ALMA


Alma llevada al cielo por dos ángeles. Representación de la tradición cristiana.
El término alma o ánima (del latín anima) se refiere a un principio o entidad inmaterial e invisible que poseerían los seres vivos y cuyas propiedades y características varían según diferentes tradiciones y perspectivas filosóficas o religiosas.
Etimológicamente la palabra del latín anima se usaba para designar el principio por el cual los seres animados estaban dotados de movimiento propio. En ese sentido originario, las plantas, los animales y los seres humanos estarían dotados de alma. Los avances en la fisiología y neurología permitieron reconocer que los seres animados obedecen al mismo tipo de principios físicos que los objetos inanimados, al mismo tiempo que pueden desarrollar actividades diferentes de estos, como la nutrición, el crecimiento, y la reproducción.
De acuerdo con la tradición religiosa judeocristiana, el alma (heb. נמהש, néfesch; gr. ψυχή, psykhḗ) es la principal cualidad identificatoria del movimiento en la materia viviente, haciendo de ella un no-moviente (inerte) a un moviente, independiente del desplazamiento ajeno. Según los registros bíblicos, en el Génesis dice:
Y Dios procedió a crear los grandes monstruos marinos y toda alma viviente que se mueve [...] Y Dios pasó a decir: “Produzca la tierra almas vivientes según sus géneros, animal doméstico y animal moviente y bestia salvaje de la tierra según su género y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra".[1]
El término aparece también en la visión antropológica de numerosos grupos culturales y religiosos. En la actualidad el término "alma" es usado, más frecuentemente, en contextos religiosos.


Discusión dogmática sobre el tema del alma: Ver aquí Discusión sobre el concepto: Aquí


Al igual como explicamos con el cuerpo, el alma forma parte de nuestro reino personal, es una persona de nuestra trinidad, la cual debemos sincronizar con el cuerpo y la mente. Esta es nuestra parte sensible, que se conecta con el ser sensible de todo. También es un cuerpo pero de naturaleza no física. Así como vamos a descubrir, limpiar y ordenar nuestro cuerpo físico para lograr una sincronización efectiva, así haremos con nuestra alma. ¿Cómo?  Con el cuerpo físico es, si se quiere, mas comprensible la sincronización ya que en su mayor parte es de agradecimiento a la fuente que es la que aporta o nos arrienda el cuerpo, pero cuál será la fuente del alma? Es difícil contestar tal pregunta, pues aun los filósofos, teólogos y científicos no se han puesto de acuerdo en eso y no nos parece idóneo conceptualizarla, pero si creemos que el alma es en su esencia nuestro verdadero ser, nosotros mismos, lo que realmente necesitamos salvar y lo que realmente recibe todas las sentencias divinas. Es nuestro ser divino y vive en el mundo de las almas para algunos llamado mundo espiritual. Oíste que fue dicho sobre la existencia de un lugar donde el sufrimiento no acaba o la luz es perpetua, un lugar aunado al tormento o al paraíso, pues allí está tu alma. Tu alma no tiene voluntad ella ejecuta sus actos a través del cuerpo físico y por estar conectada con el mundo divino se comunica a través de los sentimientos llamados reales y no los adjudicados a los cambios químicos cerebrales. Jesús dijo. Donde están tus tesoros está tu corazón, y complementamos que donde está tu corazón también allí estará tu alma.